Montbarbat - Vidreres

Partimos de la Oficina de Turismo Central de Lloret de Mar, situada en la avenida de Les Alegries, 3. Tras bordear el cementerio, remontamos la riera de En Passapera para tomar la pista que asciende en dirección a la urbanización Lloret Verd y, más adelante, bordear el Turó del Pi Gros por su ladera norte.

Siempre en ascenso, con alguna parada para el descanso, nos dirigimos hacia el primer objetivo de la ruta: el Montbarbat. Aquí dejamos la pista principal a la altura de un depósito y, pasando junto a una cadena, ascendemos hasta la cumbre por un camino en buen estado. Una vez en la cima, podemos visitar el poblado ibero de Montbarbat. Desde aquí disfrutaremos de unas vistas privilegiadas sobre toda la depresión de la comarca de la Selva, las laderas de las montañas que la rodean —el Montseny, Les Guilleries y el Cabrerès—, el sector occidental de Les Gavarres y el curso del Tordera.

Regresamos hasta la cadena y continuamos, ahora en descenso, hasta la carretera que enlaza Lloret de Mar con Vidreres. Deberemos abandonarla para entrar en la urbanización Torrefortuna, donde encontraremos una breve rampa, aunque muy dura.

Sigue un tramo en el que predomina el paisaje rural y donde podremos rodar cómodamente por terreno llano, hasta que ascendamos a las ruinas del castillo de Sant Iscle, espectaculares restos del pasado medieval.

A continuación, volvemos a ascender bordeando el Turó del Castellà y afrontamos el segundo objetivo destacado de la jornada: coronar la sierra de Caulès, justo a los pies del Puig Ventós, a 388 metros.

Posteriormente, ya en descenso, nos dirigimos hacia el enlace con la ruta del Montgròs y, una vez coronado, tomamos el sendero GR 92 para descender hasta la ermita de Les Alegries y llegar a la Oficina de Turismo de Lloret de Mar por el carril bici.

Lugares de interés turístico

Poblado ibero de Montbarbat: este poblado, que data de los siglos iv-ii a. C., se encuentra en la cima de la montaña homónima, a 331 metros de altitud. Su situación lo convierte en un lugar estratégico y bien protegido. Es el mayor yacimiento de Lloret, con 5 700 m2. Está rodeado por murallas y torres de defensa.

Se han desenterrado en este enclave algunas calles, viviendas y otros edificios, como almacenes de alimentos, que datan de los siglos iii y iv a. C. Se han encontrado, además, algunos fragmentos de cerámica ática de importación, que atestiguan el paso o la influencia del mundo griego por estas tierras.

Castillo de Sant Iscle: fortificación que perteneció al vizcondado de Cabrera y que estuvo en funcionamiento entre los siglos xii y xv, cuando regía los destinos del término de Vidreres. Es de planta cuadrangular, con torres en los cuatro ángulos, aunque posteriormente se le adosó un cuerpo más pequeño, al oeste. Su interior se divide en varias dependencias, casi arrasadas en la actualidad. Dice la leyenda que las reliquias de san Acisclo (Sant Iscle, en catalán) están enterradas en este castillo. Sin embargo, los arqueólogos no las han hallado.

Ermita de les Alegries: primera parroquia de la población de Lloret. Se encuentra a 2,5 km del centro y fue iglesia parroquial desde su consagración, en el año 1079, hasta 1522. Tiene un campanario románico y alberga pinturas al fresco de Calandria. En Lloret el mar cubría toda la planicie hasta el lugar denominado Les Alegries.